Tras esta escena hay tres cosas que quedan muy claras. Primero, a las mujeres les gustan las sorpresas, esa sensación de entrar en terreno desconocido, el suspense y las ganas por desvelar la incógnita. Segundo, a las mujeres, aunque digan lo contrario, les gustan las pollas, a poder ser, grandes. Tercero, Amy Brooke nos debe una escena con Marco Banderas, lo ha prometido y en el futuro reclamaremos su deuda.
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